Naturaleza Misteriosa

La naturaleza vista a través de los ojos de Alicia o desde el otro lado del espejo.

Detrás de una puerta cualquiera puede esperarte la naturaleza más sorprendente. Una naturaleza onírica; imaginada pero tangible. Con árboles de terciopelo, ríos de lana o setas gigantescas. Un bosque exuberante que te abraza y te sacude, o un desierto misterioso rebosante de silencio.

Un universo imaginario que por fin puedes tocar y respirar.

Acaricias el agua que no moja, la corteza luminosa de un roble que jamás debió existir. Paseas los rincones de este mundo imposible que no termina nunca. Observas cada minúsculo detalle: la brizna de hierba que surge del techo, la textura fascinante de esa roca de papel, tu reflejo multiplicado por un juego de espejos que no deberían estar ahí.

Al fin, hueles una rosa con aroma de jazmín y te acomodas en el sillón de musgo, que te acoge con la frescura de un abrazo de bosque.

Cierras los ojos, respiras y te dejas llevar.

La paleta de colores.

Un abanico de tonalidades que hace palpable lo utópico:

Lilas y morados que te dicen sin hablar que este lugar es mágico, inesperado, enigmático, sorprendente.

Amarillos y dorados que respiran vitalidad y proporcionan un contraste enérgico.

Rosas y rojos atrayentes, vibrantes, que te invitan a quedarte y te acercan a tu faceta más instintiva.

Verdes que ponen un punto de estabilidad; la calma que lleva consigo el recuerdo de una naturaleza cercana y, aunque soñadora, muy real.

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